Según un estudio publicado en la revista Demographics, los resultados académicos de hijos criados por parejas del mismo sexo no arrojan diferencias significativas respecto a los hijos criados por matrimonios heterosexuales. Al menos, en Estados Unidos.
El estudio, llevado a cabo por Michael Rosenfeld -profesor de Sociología de la Universidad de Stanford- utilizó los datos censales del año 2000. Lo que hizo Rosenfeld fue comparar el número de cursos que los escolares estadounidenses se vieron obligados a repetir en función del tipo se familia en la que se habían criado. Aunque en términos absolutos había una pequeña diferencia a favor de los hijos criados por matrimonios heterosexuales, al ajustar los resultados en función del nivel educativo y de riqueza de los padres la diferencia desaparecía.
El estudio concluye que el hecho de ser criado por dos padres o dos madres no supone en sí mismo ventaja o desventaja alguna por lo que se refiere al éxito académico de los hijos. Por el contrario, el nivel económico y educativo de los padres sí son buenos predictores del mismo.
También resulta interesante el hecho de que los resultados escolares son mejores entre los niños criados en una familia (sea ésta del tipo que sea) que entre aquellos que se encuentran institucionalizados (en orfanatos o centros de acogida).
